En este artículo vamos a descubrir los vínculos entre la mafia y los eclesiásticos de la iglesia católica, ya hablado por escritores como Isaia Sales del que me baso en su gran libro sobre este tema.
En primer lugar hablamos de Ruffini cardenal de Palermo de 1946 a 1967;el que negó públicamente la existencia de la mafia y dijo en su día que los mafiosos no eran delincuentes.
Mientras en Nápoles en barrios del centro y la periferia de la ciudad, representantes de las clases camorristas monopolizaban fiestas de la Virgen del Arco a través de las hermandades religiosas. Ya que en el viaje del Papa Juan Pablo II en Palermo en 1982,el coche que abría el cortejo papal era conducido por Ángelo Simo ,ministro de obras públicas de la Cosa Nostra.
Ya en el siglo XIX implicados en asociación criminal con las mafias el padre Ciro Romeo. O el padre Giuseppe Genco Russo capo de la mafia a la vez era superior de la hermandad del Santísimo Sacramento de su pueblo. También Santo Sorge de origen italiano el norteamericano; cerebro del tráfico internacional mafioso entre las dos orillas del Atlántico; descendía de familia de dos prefectos y un prelado católicos. Además de Calogero Vizzini, capo de Villalba de la Cosa Nostra que tenía dos hermanos curas, dos tíos prelados y otro párroco del pueblo. También Joseph Bonnano en su autobiografía dice que había curas católicos en los miembros de la Cosa Nostra estadounidense.
Más adelante vemos casos como los magistrados Carla Petralia y Antonino Fanara aseguran que las fiestas de Santa Ágata de Catania de 1999 a 2005 sometidos al control de las familias mafiosas. Además mafiosos ,camorristas y ndranghetistas organizan veladas de cantantes y fuegos pirotécnicos en las fiestas patronales.
Más tarde descubrimos al capo de la hermandad de Monreale ,Pietro Di Liberto que era administrador de la mesa episcopal de Monreale. Además del matrimonio del entorno mafioso en Nápoles de Marianna Giuliano y Michele Mazzarella que según Roberto Saviano, gastaron 60 millones de liras por la celebración de la boda que dieron a la iglesia católica como ofrenda y a cambio recibieron un enorme crucifijo de nogal.
Por consiguiente según C.G Marino en su libro "oposición mafiosa" de 1870 a 1882 treinta eclesiásticos capitaneaban bandas mafiosas en aquel tiempo. También entre 1874 y 1876 las asociaciones católicas investigadas por la policía italiana por relaciones con la mafia. Además un informe del jefe de la policía de Palermo Ermanno Sangiorgi enviado al ministro del interior en 1900; de 206 mafiosos ocho eran de profesión curas católicos de este listado.
Evidentemente hay casos como los eclesiásticos procesados contra bandas mafiosas en primer lugar el arcipreste de Campofranco padre Randazzo; en segundo el de Delia el padre Franco y en tercer lugar de Mussomeli padre Calá. Según denuncia de otro cura Giuseppe Di Prima párroco de Acquaviva Platini.
Otros casos, procesado el padre Ciro Vittozzi ,vice-rector del cementerio de Nápoles, condenado 1912 a seis años de cárcel en el proceso Cuocolo de la camorra. También padre Giovanni Stilo religioso calabrés ligado a la Ndrangheta. Stilo condenado por diversos procesos.
Además el padre Agostino Coppola admitido en la Cosa Nostra en 1969 en Ramacca. Coppola cobró el secuestro de Luciano Cassina. También era sobrino del capo norteamericano Frank Coppola. Éste religioso mediador en secuestro de Luciano Cassina ,Luigi Rossi Di Montelera y del industrial Emilio Baroni. En 1974 este cura es arrestado y en 1976 condenado a 14 años de cárcel por secuestro.
Finalmente en la ermita de Tagliava refugio de delincuentes; el superior Fray Tantillo pertenecía a la mafia ;procesado por doble homicidio. También en el santuario de Polsi se dan cita los capos de la Ndrangheta.
En último lugar los frailes de Mazzarino en Sicilia de los frailes capuchinos; implicados en extorsiones, chantajes ,amenazas, homicidios según libro de Giorgio Frasca Porola " la terrible historia de los frailes de Mazzarino".
En resumen muchos de los escritores italianos de los dos últimos siglos escriben especialmente los del sur de Italia; de esta connivencia de la iglesia italiana y su clero con las mafias italianas. Evidentemente estos valientes escritores denuncian y denunciaron en el pasado esta situación indignante que hace abrir los ojos a muchos.