Juan Bosco.

 Juan Bosco nació en el Piamonte en la provincia de Asti el 16 de agosto de 1815 y falleció en Turín el 31 de enero de 1888.Fue un sacerdote católico y fundó tanto la congregación salesiana como el instituto de hijas de María Auxiliadora que es el referente femenino de la orden salesiana.

La orden salesiana fue aprobada por el Papa el 3 abril de 1874 ;aunque ya llevaba varios años antes sin esta aprobación la congregación. Además Bosco fue rector mayor de la congregación salesiana de 1874 hasta su muerte en 1888.Evidentemente fue el fundador de la orden salesiana.

Juan Bosco surgió en un momento en el que la iglesia católica estaba contra la unificación italiana por la pérdida de los estados pontificios y la expulsión de las órdenes religiosas católicas del país por este motivo de hostilidad contra la unificación de Italia.

Juan Bosco fue huérfano de padre cuando tenía 21 meses ; ya de pequeño cuando tenía 9 años tuvo una aparición de la Virgen que se le apareció 7 veces ;algo que es imposible que fuera la Virgen sino una aparición satánica ;ya que la Virgen está descansando en la tumba  hasta la resurrección de los muertos en la segunda venida de Cristo y los muertos nada saben; ya que comunicación con muertos es espiritismo.

Más adelante un sacerdote le ayudó a poder estudiar y en  noviembre de 1831 comenzó sus estudios secundarios en Chieri .Más tarde en 1835 entró en el seminario de Turín en Chieri para ser sacerdote. Fue ordenado sacerdote el 5 de junio de 1841.Además continuó estudiando teología en Turín de noviembre de 1841 a octubre de 1844.

Dentro de los sueños que tuvo está los sueños de muerte de algunos de sus alumnos y colaboradores o el anuncio de muerte de personajes políticos influyentes. Que son bastante inquietantes.

También hizo una labor de evangelización especialmente en la Patagonia argentina con el movimiento salesiano. Desgraciadamente imbuida de marianismo que nada tiene que ver con la adoración a Jesús y con la idolatría a las imágenes que prohíbe la Biblia en el libro de Éxodo 20.